Chicamocha Canyon Race 2025

La carrera de trail más agreste y larga de Colombia.

Una carrera única en el Cañón del Chicamocha

Descubre la Chicamocha Canyon Race, una travesía mítica que unio la fuerza del espíritu humano con la grandiosidad de uno de los cañones más imponentes del mundo. Este evento, realizado entre el 20 y 23 de junio de 2025 en San Gil, Santander, Colombia.

Durante 4 días y 3 noches, más de 1000 corredores de 30 nacionalidades se enfrentaron a los paisajes más salvajes y hermosos de Colombia, cruzando caminos ancestrales y pueblos detenidos en el tiempo. Chicamocha Canyon Race es una experiencia que transforma cuerpos y espíritus. Desde la media maratón hasta las 100 millas, cada reto se da en paisajes inolvidables.

¿Por qué es una carrera que inspira y transforma?

  • Cuatro distancias épicas: escoge entre media maratón (24 km), maratón (46 km), 80 km o 100 millas (167 km). Las carreras más largas proveen hasta 6 puntos UTMB e ITRA, abriendo camino al circuito mundial.

  • Paisajes colosales y retos reales: Atraviesa pueblos pintorescos como Barichara y Villanueva, y domina desniveles hasta 2.000 m dentro del Cañón del Chicamocha.

  • Una experiencia multicultural y responsable: Se vivió la cultura santandereana, interactúando con comunidades locales.

  • Historia y trascendencia: en su edición 2025, la competencia impactó la región al conectar siete municipios, reactivar la economía local y superar temperaturas de hasta 40 °C, con noches bajo los 13 °C

CHICAMOCHA CANYON RACE

CHICAMOCHA CANYON RACE ⋆

Villa María: Una finca entre montañas y memorias

Mientras los corredores de la Chicamocha Canyon Race atravesaban los senderos, algunos pasaron frente a una joya escondida en las montañas de Curití: la finca cafetera Villa María, o como la llaman “La finca del fin del mundo”.  Allí nos recibió Jorge Agusto, con una sonrisa serena, una voz pausada y un tinto humeante entre las manos.

Jorge compró esta finca años atrás, cuando apenas eran ruinas invadidas por el monte y los recuerdos de una época más fértil. La casa principal tenía las tejas rotas, las paredes agrietadas y el cultivo de café estaba abandonado. Pero él vio algo más allá: un sueño enterrado en la tierra roja de Santander.

Con sus propias manos —y la ayuda de algunos campesinos del pueblo— comenzó la restauración. Levantó los muros con adobe y conservó las vigas de madera original. Recuperó los cafetales sembrando variedades orgánicas, cuidando cada grano como quien protege una herencia.

Villa María no solo es parte del paisaje de la carrera, es parte de su espíritu. Porque en cada paso que se da en esta tierra, hay historias como la de Jorge, que demuestran que resistir, restaurar y volver a sembrar también es correr una carrera de fondo.